sábado, 11 de junio de 2016

HÁBLAME AL OÍDO.
Háblame al oído, 
así quedito...
Mordisquea mis sentidos
Abraza mi desnudo vestido
¡Cuélgate de mí!

Escuchar deseo, la canción
de tu corazón y pegarme
a tu pecho, fundirme en tu latir,
en la serenata del alma,
canción del amanecer.

Dame tu calor,
viviré en él y por él,
para extirpar la soledad que 
pesa y se aloja en mis senos,
en la dura curva de mi espalda.

¡Sigue latiendo mi amado!
Aún espero la postrimera 
y única llegada
la que me lleve al cielo,
a cortar esa estrella
que me hacía suspirar.

Te espero bajo el árbol de las posibilidades,
no dejes de nombrarme...
Llámame "mía"
porque el infinito se presta
para ser tu cómplice.

Muérdeme los labios
mientras te digo tres palabras...


María Andrade


Derechos reservados 2016 
Toda obra de María Andrade ©® 2016 conserva sus derechos reservados.

Foto de la red.

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